domingo, 4 de octubre de 2009

Mata el alma o la envenena - La Bodega

“La Bodega”, nuevo largometraje de la productora Casa Comal, llega al circuito de cines guatemaltecos.

El encierro y la venganza son los dos temas latentes en La Bodega, el nuevo largometraje de la productora Casa Comal. En esta ocasión, el guionista puertorriqueño Ray Figueroa (La casa de enfrente Las Cruces y otras), no sólo se vuelve a presentar como autor del guión, también aprovecha para estrenarse como director. A partir de mañana la cinta iniciará su recorrido por las salas de cine guatemaltecas. “Yo pienso en las otras películas (de Casa Comal) como algo preparativo”, comenta Figueroa respecto a su experiencia en los rodajes anteriores, donde participó como asistente de director. “Creo que siempre supe que llegaría a dirigir”.En esta nueva película, Figueroa presenta un mundo oscuro e inquietante, donde la violencia acompaña inexorablemente a cada personaje, como sombras en el día, y la venganza es la única retórica válida ante actos virulentos e impunes. Figueroa aclara que no es un homenaje a la violencia. Sus personajes descubren las repercusiones sobre aquellos que eligen vías violentas como tácticas para solucionar sus problemas. Sin caer en el moralismo, la historia es más bien sobre consecuencias.Cuando cuestionado sobre el porqué es la violencia tema recurrente en sus guiones, Figueroa, que luego de siete años viviendo en Guatemala se siente ya un chapín, nos recuerda que vivimos en un país violento y, bajo ese criterio, sus historias y los personajes que en ellas se desenvuelven, no son más que un reflejo de lo que los guatemaltecos ven, ya sea en los medios de comunicación o en las calles.Jacobo, interpretado por Luis de Carlos Pineda, acaba de enterarse que su hermana ha sido brutalmente asaltada por pandilleros. Su estado, mientras es atendida en un hospital, es crítico.Las autoridades no pueden hacer nada con la poca información que manejan. Todo parece indicar que los agresores saldrán impunes. Con el sabor de la venganza en el paladar y la ayuda de Tono, su mejor amigo (Juan Pablo Olyslager), Jacobo captura en las calles a un pandillero (Fredy Turcios) y lo trasladan a una bodega abandonada. Ahí, tras torturas e interrogaciones, llegará el desenlace de estos personajes. Para una cinta como esta, que ocurre en un 90 por ciento dentro de una bodega, Figueroa buscó referencias en películas como Reservoir Dogs, de Quentin Tarantino, o Hard Candy, del inglés David Slade. Ambas con pocos personajes en espacios cerrados, casi claustrofóbicos. “La venganza es una necesidad humana, como la hermana malvada de la justicia” explica Figeroa justificando parte de la trama.

lunes, 28 de septiembre de 2009

En rodaje con Soderbergh

LARGOMETRAJES

En rodaje con Soderbergh

Última actualización 20/04/2009@18:51:19 GMT+1
Sergio Delgado fue ayudante de cámara en las dos producciones de Soderbergh sobre el Che Guevara: El Argentino, rodada en Puerto Rico y México, y Guerrila, rodada en España y primera película que se rueda en nuestro país con un Red One. También desempeñó esa función en Los límites del control, de Jim Jarmusch, rodada en 35mm, donde trabajó con Christopher Doyle, uno de los directores de fotografía más reputados.

Por tanto, estamos ante dos películas bien dispares y queríamos que Sergio nos relatara la visión de ambos rodajes desde la perspectiva de un ayudante de cámara.

¿Cómo es el sistema de trabajo con Soderberg, que es muy atípico en Hollywood?
Soderberg aprovecha el 100% del tiempo en el set para rodar. Si llegamos al set a las 8 de la mañana, a las 8:20 está rodando. El lo hace todo: dirige la fotografía, opera la cámara e ilumina. La razón de asumir las tres funciones es que quiere tener el control absoluto de lo que se está haciendo, no quiere tener que dar explicaciones a un director de fotografía, pues en caso de que haya que cambiar cosas, se perdería más tiempo.

Soderbergh utiliza todo el tiempo para rodar. Parece mentira que estas dos películas, con la calidad que están rodadas, se hayan terminado en ocho o nueve semanas.

Su forma de trabajar es la siguiente: llega al set y comienza a dar vueltas para tener claros los puntos de vista desde los que va a rodar. Cuando llegan los actores hace un teatrillo, deja trabajar a Benicio del Toro, que en estas películas se ha encargado mucho del trabajo con los actores, pues se rodaba en español y Soderbergh no habla español.

Esa era la dinámica de trabajo. Se trabajaba con dos cámaras pero nunca había dudas, todo era muy rápido. No era el típico rodaje en que pones las dos cámaras, una junto a la otra, y trabajas con una el plano general y con otra el corto. Si hay una conversación, con escorzo o sin él, él utilizaba dos campos, que es una de las razones por las que ilumina él, porque con un director de fotografía te tendrías que pelear mucho para poder rodar en dos campos a la vez.

El se salta esta premisa y le da más importancia a la historia. Para él es importante lo que está contando y cómo. Trabaja mucho el encuadre y no es que no le importe la luz sino que si tiene que perder algo prefiere perderlo en la luz antes que en la historia y en el tiempo en que tiene para rodarla.

En las superproducciones también rueda sin director de fotografía, trabaja con un gaffer, me imagino que cuando hace la saga de Ocean´s… que hay un gran estudio detrás, habrá ciertas cosas que no podrá hacer. Aquí no utilizábamos combo, estoy seguro de que en Ocean´s… sí lo utilice, pues habrá gente del estudio que quiera ver lo que está rodando.

En el equipo de España que hizo Guerrilla había tres eléctricos y Quino como gaffer, casi no utilizó luz, sí usó más en El Argentino, que se rodó en Puerto Rico y México. Aquí se utilizó menos luz porque Guerrilla tiene un aire de documental, los exteriores están rodados a un 11 de diafragma y no filtraba casi nada, sin embargo en El Argentino rodamos en anamórfico con lentes Panavision, todo abertura de diafragma siempre, en exteriores también, y con una estética más cuidada.

Aparte de que cuando ruedas allí, que tienes detrás al sindicato americano, en vez de los tres eléctricos que necesitarías debes incluir siete, en vez de dos maquinistas tienes diez…
Cronológicamente primero va El Argentino, aunque se rodó después, y la segunda es Guerrilla. El Argentino refleja la etapa del Che en Cuba y Guerrila su etapa en Bolivia. Como en Cuba no pudieron rodar, se hizo en Puerto Rico y México por la afinidad paisajística.

En el caso de Guerrila, tuvieron dificultades para rodar en Bolivia, y encontraron en el sur de España ciertos decorados naturales que se aproximaban mucho al paisaje boliviano.

Realmente la película está planificada para Benicio del Toro, pues él lleva mucho años detrás de este proyecto: compró los derechos junto con Soderberg. En esta película han participado dos guerrilleros que estuvieron luchando con el Che, y a uno de ellos le compraron los derechos de varios libros que ha escrito sobre su vida junto a su líder.

En principio, esta película la iba a producir Soderberg pero con dirección de Terrence Malick. Benicio del Toro estuvo año y medio trabajando en el guión con Malick, pero al final éste decidió dejar el proyecto e irse a hacer El nuevo mundo. En ese momento Soderberg se ofreció a hacer las dos películas.

Entre los secundarios hay actores que son grandes estrellas en España, caso de Jordi Mollá, Oscar Jaenada, Eduard Fernández...


Desde el punto de vista de ayudante de cámara, ¿cómo ves la mecánica de rodaje de la Red One en comparación con el 35mm?
A la hora de hacer el foco es indiferente. Problemas que tuvimos con la Red One desde el punto de vista del ayudante de cámara:
Cuando llegaron las cámaras, para calibrarlas, para colimarlas, fue bastante complicado. En el caso del 35mm utilizas un instrumento que sabes cómo tienes que ajustar la cámara en “0” y no hay mayor problema.

En el caso de la Red One eso no existe porque no llegas a un plano focal. Hay un sensor y no lo puedes medir. Tienes que ir poniendo y quitando aros, lo mismo que haces en 35mm, hasta que ajustamos las lentes, y lo hicimos a ojo. Esto es un incordio, y supongo que tendrán que comercializar alguna herramienta para que la cámara se pueda calibrar.

También tuvimos problemas para conectar el mando de foco, y te tienen que fabricar cables y accesorios. Cualquier accesorio es un poco lioso porque directamente no lo puedes conectar a la cámara. Si quitas el visor, tienes una salida SDI para mandar a un monitor externo o un combo, pero si utilizas el monitor de la Red One anulas la salida SDI. Esas pegas, que en realidad son pequeñeces, dificultan la mecánica de trabajar.

Todos los mandos de focos, los mini monitores, los accesorios… están pensados para cámaras de 35mm, entonces llega la Red y no hay cables de nada y tampoco te los suministran ellos. Por ejemplo, la batería no tiene una salida para alimentar la cámara y también el mando de foco, son pequeñas contrariedades pero dificultan el trabajo. Seguro que en próximas generaciones estos problemas no existirán.

Otra cosa que me molesta es que no sea reflex. Hay planos que para hacer el foco necesitas mirar por la lupa, sobre todo si es un gran teleobjetivo. En el momento que no tienes un visor reflex y estás dependiendo de un monitor, aunque sea HD, siempre es más complicado. En 35mm abres el diafragma a tope para ver mejor, aquí haces lo mismo y está quemado, es un monitor.


¿Qué ópticas utilizaste?
En el rodaje en España se usaron las ópticas que vienen de serie con la Red One porque Soderberg quería buscar esa estética un poco más sucia. Y también se usaron los Zeiss VP. En The Argentine se rodó también con la Red pero se puso un montura Panavision y ópticas Panavision anamórficas. Después de esta película Panavision ha prohibido que se alquilen ópticas Panavision para la Red One.

Se ha podido usar la montura Panavision porque Soderberg ha rodado todas sus películas en Panavision y tiene mucha amistad con ellos. De hecho, iba a rodar la película en 16mm, pero quería rodar en anamórfico, y le montaron un set de lentes para rodar en 16mm anamórfico, que no existía, y durante tres días rodamos en este formato, porque Soderberg había rodado ya imágenes en Nueva Cork en 16mm anamórfico. El resto se rodó con Red One.


¿Por qué no se continuó con el 16mm anamórfico?
Porque para Soderberg es muy importante la inmediatez. Cuando acabábamos el rodaje diario, los dos ayudantes de cámara, el operador de cámara, él y yo íbamos a la habitación del hotel y veíamos los dailies. El prácticamente etalonaba ya la imagen, y cuando nos íbamos nosotros, él montaba. Es un enfermo del trabajo. De modo que la inmediatez que le aportaba la Red le interesaba más que el 16mm anamórfico. En cualquier caso, él no va a sacrificar la calidad de la película por la inmediatez, pero ha llegado a un punto con la Red en que la calidad que le aporta es la que él necesita y además con la inmediatez que le aporta el sistema.

A la hora de etalonar, una vez descargados los archivos de la Red, había un programa que se llama Red Quick –supongo que ha evolucionado desde que yo acabé el rodaje-, con el que no veíamos todo el material a tiempo real, sino a 18 fps, pero veíamos todo lo rodado durante el día, él iba etalonando y luego el equipo de edición le preparaba los ‘quick time’ procesados a 24 fps y se lo dejaban en la línea de tiempos del Final Cut para montarlo. A él no le gustaba el Final Cut, pero ahora se puede ya montar en Avid. Para etalonar a 2K utilizaba Scratch.


Con el punto de vista de director de fotografía, ¿ventajas y desventajas de la Red respecto al 35mm?
Yo sigo prefiriendo el 35mm, veo que todavía hay una pequeña diferencia con la Red. No me refiero a calidad, porque no se trata de comparar qué es mejor y peor, de hecho vi la película proyectada en Las Palmas y me maravilló en cuanto a calidad: la diferencia entre el HD convencional y esto es muy grande. Hemos llegado a un punto donde sí merece la pena rodar con esta herramienta. Es como la fotografía digital, en el momento que se pudo hacer fotos con una cámara reflex en RAW…
No digo que sea lo mismo que el 35mm pero sí es lo suficiente, además dispones de un margen muy grande para poder trabajar luego con el material. Si te he de enumerar diferencias, te diría que en 35mm puedes cambiar la película, con la Red One, aunque puedas forzar y tienes un margen muy grande, no puedes utilizar 500ASA y forzarlo a 1000. Creo que la latitud es prácticamente la misma o similar al 35mm, el grano se acerca mucho, incluso Soderberg forzaba a 640ASA –las sensibilidad de la cámara es 320ASA- y el grano que se veía en proyección no es el grano electrónico que se aprecia cuando metes una ganancia en HD, es parecido al 16mm.

Pero estás limitado a esa sensibilidad. Otra pega muy importante: la cámara debería ser reflex. Yo lo hablé con los técnicos que diseñaron la cámara y me comentaron que la podían hacer reflex, pero el precio se duplicaba. El fabricante no quiere destinar esta cámara a casas de alquiler, sino a que el profesional se la pueda comprar, y por eso se plantean tal encarecimiento. Pero yo creo que llegará un punto en que la tienen que hacer reflex.

Hemos rodado a 4K pero lo van a filmar a 2K, porque tiene demasiada calidad la imagen y Soderbergh la quiere un poco más sucia.


¿Y respecto a otras cámaras HD?
La Red One es otra cosa. Yo lo considero fotografía digital. El HD convencional es vídeo y esto es fotografía digital.


Se comentaba en algunos foros que la cámara se calentaba…
El problema del calor era un problema del sensor. Cuando ruedas en HD tienes problemas de colimación con las lentes porque el sensor se dilata cierto número de micras. Aquí nunca pasó eso. En la primera película, la cámara no rodaba porque hacía calor, se paraba, pero jamás se dilató el sensor, jamás se descolimó, cada día lo comprobábamos y nunca ocurrió, en las dos películas, y hemos rodado en Puerto Rico con mucho calor y humedad, sin embargo la cámara, por autoprotección, se paraba en el momento en que alcanzaba cierta temperatura.

Esto se ha corregido con una nueva refrigeración que se aplicó ya en la cámara con que rodamos El Argentino. Ni en México ni en Puerto Rico se paró la cámara por el calor. Sé que han tenido problemas en Moscú, que a cierta temperatura bajo cero se paró la cámara, también se ha solucionado y ahora se puede rodar a -20ºC.


Me gustó mucho de esta cámara que estaba pensada para poder atacar accesorios de cine…
Su filosofía es parecerse a una cámara de 35mm, de hecho el menú es similar a una cámara de 35mm, con los mínimos elementos. Utilizamos los mismos accesorios que una cámara de cine. Cuando trabajas con los parasoles que vienen con las cámaras de HD, con esas barras tan débiles que si instalas el motor de un mando de foco todo se mueve.

En el caso de los americanos que llevan la cámara en mano agarrándose del parasol, con esas cámaras no puedes hacerlo. La Red One se está adaptando a todos los accesorios de cine aunque, como te decía anteriormente, hay que mejorar temas de conexiones, salidas, etc.


¿Qué equipo de iluminación llevaba Soderberg?
Llevaba poca luz, se aprovechaba la luz exterior. Los interiores, como casi todos eran cabañas o similar, estaban pensados para que entrase bastante luz natural y poder jugar con ella. Soderbergh cuando llegaba por la mañana planificaba las secuencias pero sobre todo pensando en el sol.

Controla mucho la luz natural, para él es fundamental, y cuando estábamos en el interior y era necesario añadir luz siempre utilizaba algún aparato rebotado, y no buscaba una luz bonita americana, sino esa frialdad que demandaba la película. Más que luz bonita buscaba un mínimo de luz para poder rodar. Tenía un 12 Kw que a veces lo proyectaba contra las cabañas de los guerrilleros, hechas de paja y madera básicamente. Ni siquiera utilizaba el típico stico que llevas para subir un poco el brillo en los ojos.

Tampoco utilizaba fotómetro para elegir el diafragma, ni siquiera un monitor. Teníamos un Astro en el camión y jamás lo sacó. Compramos unos monitores Marshall, que eran más ligeros que el Astro y mejores que los de la Red, para encuadrar por calidad de imagen, y te decía el diafragma respecto de ese monitor. Algo curioso es que exponía para el cuadro en general, no para el actor. Hay muchas conversaciones en que el actor está casi negro.

El fondo está iluminado, el actor no, pero él expone para todo el cuadro. En las noches, hacía un pequeño fuego y como mucho colocaba una lámpara de 1 ó 2 Kw puesta en el suelo para rellenar un tanto. Intentaba que fuese todo muy real. La noche en el campo es negra, pues él intentaba que el plano fuese igual. Se veía el brillo de las caras por el fuego pero no usaba nada más.

Hay que tener en cuenta el protagonista es Benicio del Toro, una estrella que en otra película tendría la luz perfecta, pero aquí le interesa más lo que cuenta que tener una estrella delante.

Hay una secuencia con Franka Potente, que no es una actriz muy famosa pero sí internacionalmente conocida. Se rodaba en una cueva, estaban hablando con ella unos guerrilleros. Steven puso la cámara detrás de ella, rodó y dijo ‘ya está rodada la secuencia’. Entonces Franka le preguntó por su plano, y Steven le replicó: "’tu plano ya está hecho’.

Además él tiene muy claro eso: ve el teatrillo, mira la secuencia, y cuando sólo hay que rodar un plano general pues sólo hace ese plano, nunca rueda un plano de más. Si quedan dos horas de rodaje pero él ya ha rodado lo que quiere, se acabó el rodaje. Como él monta, tiene muy claro lo que necesita.



Artículo completo en el nº 26 de Cameraman

Slumdog Millionaire Entrevista a Danny Boyle

LARGOMETRAJES

Entrevista a Danny Boyle

Última actualización 03/08/2009@19:14:03 GMT+1
“La mayoría de experiencias cinematográficas se centran en el control: un director y su equipo manipulan el entorno para obtener lo que quieren. Pero en India no se puede aplicar esta regla. No tienes más remedio que dejarte llevar y a ver qué pasa”

El guión: un túnel por el que pasar


El guión de Beaufoy fue como una luz guía a través del proceso de realización de la película. En medio del rodaje, con todas las limitaciones de tiempo y condiciones desafiantes, era coherente mantenerse todo lo fiel posible a su trabajo. “Beaufoy vino a India para presenciar algunos ensayos y a partir de ahí efectuamos algunos ajustes. Pero la mayor parte del tiempo quisimos ajustarnos al guión al máximo. Me refiero a que las cosas evolucionan y cambian inevitablemente, pero el guión es como un túnel por el que pasas y, cuanto menos te desvíes, mejor. Lo haces tan intenso como puedes, y también todo lo complejo y excitante posible, pero también tienes que estar al servicio de la narrativa”, comenta Danny Boyle.


Mirada foránea


A nivel de producción, de mirada, ¿qué puede aportar una producción occidental a una historia esencialmente india? “La perspectiva del foráneo ofrece impactantes elementos visuales a la película, así como la narrativa de una historia que un guionista o un director local podrían obviar o simplemente pasar por alto. “Es la misma perspectiva extranjera que Sam Mendes puso en el retrato de la Norteamérica residencial en American Beauty o que Ang Lee aplicó en la inglesa Sentido y sensibilidad de Jane Austen. Creo que es una mirada fresca que se interesa por darle color a la historia y la hace única y vibrante de un modo que ninguno de los cineastas de nuestra cultura podría conseguir. Hay un aura en la película que llama la atención al extranjero. Creo que nos volvemos cada vez más insensibles ante los lugares en que vivimos y a veces no los miramos con la proximidad que deberíamos. Y los que vienen de fuera lo ven con otros ojos”, nos explica Christian Colson, productor.


India, un entorno difícil de controlar


La mayoría de experiencias cinematográficas se centran en el concepto de control, en la idea de que un director y su equipo pueden manipular el entorno para obtener exactamente las imágenes o el tono visual que necesitan para transmitir lo que el filme pretende. Pero en India no se pueden aplicar estas reglas. “Sencillamente, en India no se tiene tal control. Si buscas tenerlo te puedes volver loco. No tienes más remedio que dejarte llevar y a ver qué pasa. Algunos días piensas ‘No vamos a sacar nada bueno de esto. Nada’. Y de repente, a las cuatro de la tarde, todo empieza a salir. El lugar te compensa de forma natural si confías en él, y de repente todo cobra sentido”, comenta Danny Boyle.

Creo que alguno de los obstáculos específicos que se encontró el equipo “nos los pusimos nosotros mismos, en el aspecto en que fuimos nosotros quienes decidimos rodar la mayoría de secuencias en localizaciones reales, en las calles de una de las ciudades más caóticas y densamente pobladas del mundo. Tuvimos algunos problemas en Agra, donde unos chicos locales que venden productos a los turistas temían que diéramos mala imagen de ellos. Así que nos disculpamos y nos fuimos a otra ubicación”.

Los colores cálidos, especialmente el color amarillo, son omnipresentes en la vida infantil de Jamal. Contrasta cromáticamente con las secuencias del concurso televisivo de manera constante a lo largo de la película.

Los cambiantes paisajes urbanos de Bombay también pusieron alguna que otra traba. Las localizaciones, que se habían fijado con meses de antelación, habían cambiado drásticamente en muchos casos y se tuvieron que buscar lugares de rodaje alternativos”, explica Boyle.

Las primeras visitas de Beaufoy para inspeccionar el terreno le permitieron encontrar localizaciones clave en los alrededores de la ciudad. “Yo pensaba: ‘¡Bien, ahí hay una fantástica localización!’, y a los seis meses volvía con Danny y le decía ‘Mira qué fantástica… ¡Oh, ya no está!’ Aquí en el Reino Unido no podríamos conseguir que nos repararan una escalera mecánica del metro en seis meses. Allí, en ese tiempo, construyen ciudades enteras. Nosotros quisimos capturar esa sensación de ciudad que se construye a sí misma con energía, gente, dinero, polvo y suciedad, y, por encima de todo, movimiento de gente”, reconoce Colson.


Rodar los ensayos


El equipo de producción acordó adoptar una estrategia pre-rodaje que les permitió comenzar a filmar por la ciudad antes de la fecha oficial de inicio. Mientras los distintos departamentos se preparaban para rodar, Boyle y su ejército de esqueletos comenzaron a rodar ensayos como verdaderas “tomas”, a fin de maximizar el tiempo de rodaje de que dispusieron en India.
“Boyle sugirió que en lugar de ensayar en un espacio abierto sin relación con la película, viajarían a las localizaciones seleccionadas y grabarían los ensayos, con la esperanza de que alguna de aquellas tomas tuviera un lugar en el montaje final. Fue una forma genial de introducirse en la película. Eso quiere decir que comenzamos a rodar dos semanas antes de lo previsto. Todo el mundo, incluidos los equipamientos, estaban allí. Estábamos en un lugar próximo a las localizaciones, así que comenzamos a grabar”. Aquello dio a los departamentos de producción la oportunidad de solventar cualquier problema logístico o creativo en una fase muy temprana de la agenda de rodaje, lo cual no sólo consiguió que todavía se aprovechara más el tiempo durante el periodo oficial de filmación sino que además permitió disponer del tiempo para rodar todos los materiales adicionales que fueron necesarios”, recuerda C. Colson.

35mm y cámaras digitales


Técnicamente, las localizaciones y la logística asociadas a cada área visitada por el equipo de producción significaban que Boyle y su departamento de cámaras, incluyendo a Anthony Dod Mantle, tenían que considerar diversas opciones de cámara y de rodaje. El equipo planeaba en un principio grabar varias escenas con unas cámaras SI-2K y filmar el resto en película, pero Boyle se decantó por no llevar grandes y pesadas cámaras de 35 mm a unas zonas tan concurridas como aquellas. Las cámaras digitales, más pequeñas y versátiles, les permitían grabar rápidamente estorbando mucho menos en la vida cotidiana de la comunidad.

Boyle fue encontrando el proceso correcto de rodaje a base de probar y equivocarse. “Comenzamos con cámaras clásicas de película y no me gustó. Quería verme realmente inmerso en la ciudad. No me conformaba con quedarme mirándola, examinándola. Quería sumergirme en el caos todo lo que fuera posible. Hay una franja horaria, entre las 2 y las 4 de la madrugada, en que todo se detiene y solo los perros circulan por la calle. Fuera de esas horas, el lugar es una marea de humanidad”.

Anthony Dod Mantle, en el suelo, busca un ángulo de cámara con un visor de director. Tras él, Danny Boyle sentado. Los contrapicados, unidos a ópticas angulares más o menos extremas, son moneda corriente en el film.


Las secuencias de persecución del principio de la película se rodaron de forma progresiva, construidas como un montaje a lo largo de un periodo de tiempo. Siempre que era posible, el equipo de rodaje se trasladaba a la localización y filmaba otra sección de la persecución. “Anthony fue capaz de ir grabando cámara en mano con las SI-2K. Aunque tenía un giróscopo que le podía estabilizar las imágenes, prefería llevarlas en mano y tener más agilidad para grabar en áreas pequeñas y estrechas, que en definitiva es lo que hay en los barrios de chabolas como aquellos. Puedes capturar una parte de la vida que te rodea sin que la gente se percate.

“También utilizamos una ‘CanonCam’ (Canon EOS-D1 Mark III), una cámara de fotos que puede grabar a 12 fotogramas por segundo. Si la gente ve una cámara de fotos, nunca pensarán que están grabando vídeo. Así que grabamos imágenes de este tipo, y ocasionalmente recurrimos también a la cámara tradicional. El resultado final es una película hecha con una mezcla de tecnologías. Quien fuera que operara la cámara llevaba un disco duro pegado a la espalda para grabar las imágenes que tomaba la cámara de mano. Anthony parecía un turista danés que paseaba por entre las barracas”, bromea Boyle.

“Pero en realidad lo que hacía era rodar la película. Allí donde podíamos rodábamos lo que figuraba en el guión en localizaciones reales, y los complejos requisitos del guión nos llevaban a menudo a un fabuloso espectro de lugares muy diversos entre ellos”, completa Colson. “La cinta es como un cuento de hadas, y como todo cuento de hadas, tiene sus luces y sus sombras. De modo que, unas veces te encontrabas en el Taj Majal, uno de los lugares más bellos que puedas imaginarte, y al cabo de unas horas podías estar en lugares de pobreza extrema. Era una verdadera odisea”.

Victoria Terminus, en el centro de Bombay, es una de las huellas más visibles que dejó el Imperio Británico. Allí el equipo rodó la escena del baile que aparece en los créditos. “La red ferroviaria es como la sangre que da vida a la India”, explica Boyle. “Existe un ingente número de personas que mueren a diario en las vías porque se caen de un tren abarrotado.

Una de las escenas más difíciles de rodar fue aquella en la que unos niños saltaban de un tren. “Aquello fue muy, muy duro. Teníamos a un especialista muy bueno que se encargó de la acción. Las vidas de esos chicos estaban en sus manos. Realmente hizo un trabajo brillante, aunque fue algo muy duro para todos”.

En términos generales, los sistemas de soporte a la filmación en Bombay estaban mucho más avanzados de lo que la gente creía en un principio. Aunque eran caóticos hasta extremos insospechados, Colson confiesa que tuvieron a su disposición instalaciones y facilidades en todos los aspectos del proceso de producción. “Bombay es un centro mundial de producción cinematográfica. Las instalaciones son de primera. Hay equipos humanos fantásticos, estudios espaciosos, salas de telecine, etc. Allí tienen de todo y, en ese sentido, hay que admitir que desde que llegamos se pudo trabajar sin que faltara de nada.

Canon EOS 7D

1080 en 24p

Última actualización 14/09/2009@17:37:40 GMT+1

Canon hizo público el 1 de septiembre el lanzamiento de su nueva réflex digital EOS 7D, una cámara con un diseño completamente nuevo dirigida a satisfacer las demandas específicas de los fotógrafos como del mercado videográfico profesional, donde la 5D ya dio mucho juego en la primera mitad del año. Su gran ventaja para el mercado del vídeo es el control de la exposición totalmente manual y la posibilidad de grabar en varios formatos HD, entre ellos 1080 24p.

La nueva EOS 7D incorpora un sensor CMOS APS-C de 18 Megapíxeles desarrollado por Canon, así como unos procesadores Dual “DIGIC 4” para ofrecer unas prestaciones rápidas y de alta calidad en todas las condiciones de iluminación, con una gama ISO ampliable hasta 12.800 y una velocidad de disparo en serie de hasta 8 fotogramas por segundo, sin necesidad de recurrir a ningún accesorio adicional.

La EOS 7D incorpora un sensor AF de 19 puntos tipo cruz, que permite a los fotógrafos captar imágenes precisas y optimizar las opciones de composición. Este sistema AF mejorado ofrece una gama de ajustes manuales y automático, incluyendo el AF de zona y el AF puntual para seguir y captar los sujetos seleccionados rápidamente y con toda precisión. Los ajustes de enfoque automático (AF) se pueden personalizar en gran medida, permitiendo una rápida reacción ante los cambios en la escena. Se pueden ajustar puntos AF diferentes para la orientación vertical u horizontal de la cámara, de forma que los fotógrafos podrán cambiar automáticamente, con tan sólo tocar un botón, de fotografiar en posición horizontal (paisajes) a vertical (retratos) o viceversa.

La EOS 7D también cuenta con un nuevo sistema de medición. El sistema de medición iFCL (Focus Colour Luminance) mide inteligentemente el enfoque, el color y la luminancia en un total de 63 zonas. El sensor de doble capa, que complementa a los 19 puntos AF, recoge la información de cada zona concreta, obteniendo así una exposición más precisa y consistente.

La Canon EOS 7D incorpora un Visor Inteligente, que ofrece una cobertura del 100% del fotograma. Con un aumento del 1,0x –con un objetivo de 50 mm enfocado a infinito, -1(1/m) dioptrías, una primicia en las cámaras EOS–, los fotógrafos pueden ver una imagen grande y luminosa, que les ayuda a concentrarse en la escena. La incorporación en el visor de una pantalla LCD transmisora permite a los fotógrafos elegir entre varias opciones sobreimpresas, como los puntos AF, el círculo de medición puntual y la retícula para la composición, lo que proporciona a los fotógrafos las herramientas necesarias para una correcta composición de la escena. La EOS 7D es, asimismo, la primera cámara EOS que incorpora un Nivel Electrónico de Doble Eje –tanto en el visor como en la pantalla LCD–, que marca tanto la altura como los ángulos de rotación. Esta característica resulta particularmente útil para fotografiar paisajes, para garantizar que la línea del horizonte aparezca realmente horizontal, así como cuando se utiliza la cámara con los objetivos descentrables Tilt & Shift (para basculamiento y desplazamiento) para nivelar la cámara.

La cámara dispone de una nueva pantalla LCD ClearView II de 3 pulgadas, con una pantalla de estructura sólida, diseñada para combatir los reflejos y el velo óptico, eliminando la zona de aire entre la tapa protectora de la pantalla LCD y el cristal líquido. Esta nueva pantalla tiene un ángulo de visión de 160 grados, siendo efectiva incluso a plena luz del sol. Al igual que con la EOS 5D Mark II, en el lateral de la pantalla existe un sensor de luz que permite ajustar automáticamente la luminosidad de la misma, en función de la luz ambiente.

La Canon EOS 7D está equipada con un Transmisor Speedlite Integrado. Por vez primera en una cámara EOS, los fotógrafos podrán controlar varios flashes Speedlite externos sin necesidad de accesorios adicionales, lo que resulta ideal para experimentar con montajes de iluminación creativos. La EOS 7D también dispone de un flash incorporado muy mejorado, incluyendo control manual y una cobertura más amplia del flash, para cubrir longitudes focales tan angulares como los 15 mm.

Nuevas características:


  • Sensor CMOS APS–C de 18 Megapíxeles: diseñado y fabricado por Canon, este sensor produce una calidad de imagen espectacular, ofreciendo unas prestaciones fantásticas tanto con mucha como con poca luz, gracias a una nueva construcción de sus fotodiodos y sus microlentes.
  • Fotos en serie a 8 fps: los procesadores Dual “DIGIC 4” y un sistema eléctrico mejorado hacen posible que los fotógrafos puedan captar imágenes en serie a una velocidad de 8 fps, sin tener que recurrir a accesorios adicionales, en todos los tipos de archivo.
  • Gama ISO: la EOS 7D permite a los fotógrafos captar los sujetos elegidos con luz ambiente natural. La gama ISO (100 – 6.400) se puede ampliar hasta 12.800.
  • Vídeo: Gracias a un funcionamiento mejorado, que facilita el cambio directo al modo Vídeo, ahora resulta mucho más sencillo grabar vídeos en alta definición Full HD. Los usuarios pueden ajustar la exposición y la velocidad de grabación, con opciones para grabar a 24 fps, para crear la sensación de película. Los formatos de grabación son los siguientes:
    • Full HD a 1920 × 1080 pixeles a 24p, 25p o 30p.
    • HD a 720p con 50 y 60p.
    • SD a 50 y 60p.


    Tanto en formato 16:9 como en 4:3 la nueva grabación de vídeo se caracteriza por la inclusión de un control de la exposición totalmente manual. Además la inclusión de un botón dedicado permite cambiar instantáneamente a grabación de vídeo, desde cualquier modo de disparo.
  • Procesadores Dual “DIGIC 4”: gracias a la utilización de los procesadores Dual “DIGIC 4”, los usuarios de la EOS 7D nunca tendrán que renunciar ni a la velocidad de disparo, ni a la calidad de la imagen ni, tampoco, a las prestaciones ISO.
  • Diseño: el cuerpo de aleación de magnesio ofrece protección contra los agentes externos del entorno: su construcción ligera y resistente ha sido diseñada para protegerse de los efectos de la humedad y el polvo, con una protección similar a la de la legendaria EOS–1N.

    La cámara es compatible con una amplia gama de accesorios, por lo que se puede integrar fácilmente en el flujo de trabajo de cualquier fotógrafo. El Transmisor de Archivos Inalámbrico (WFT-E5) permite un control amplio de la cámara a través de un buscador de internet, permitiendo a los fotógrafos usar un dispositivo móvil conectado a la web.

    La EOS 7D es compatible con todos los objetivos EF y EF-S, así como con los flashes Canon EX Speedlite. La Canon EOS 7D también se puede utilizar con la batería BG-E7 y con controladores y disparadores a distancia, tal como el Controlador remoto RC-1/RC-5.

    Por último, añadir la inclusión de un conector para un micrófono externo, es otra de las mejoras importantes, en lo que a grabación de vídeo se refiere.

    Precios:


  • EOS 7D cuerpo: 1.719 euros
  • EOS 7D + EF-S 18-135 IS: 2.079 euros
  • EOS 7D + EF-S 15-85 IS: 2.399 euros.

    Precio recomendado, IVA incluido.

    Si queréis saber cómo se desarrolló la nueva cámara, Canon nos lo cuenta aquí
    www.canon-europe.comwww.canon.es

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